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En la jerga de administración las siglas van ganando terreno y a los consultores les gusta usarlas porque se escuchan más profesionales (lo sabemos, nosotros también somos consultores). Pero también es cierto que muchas de esas siglas hacen referencia a conceptos que tienen alto valor para la empresa. En este caso, nos enfocaremos en MVP.
El Producto Mínimo Viable (MVP) es un concepto fundamental en el desarrollo de productos o servicios.
¿Qué significa MVP?
- Mínimo: Significa que el producto tiene solo las características esenciales para cumplir su función principal. No incluye funcionalidades extras o innecesarias.
- Viable: Implica que el producto es capaz de satisfacer las necesidades básicas de un grupo de clientes y generar valor.
- Producto: Se refiere a cualquier tipo de producto o servicio que se ofrece al mercado.
En resumen, un MVP es una versión inicial y simplificada de un producto, con el objetivo de:
- Validar la idea: ¿Los clientes realmente necesitan o quieren este producto?
- Recoger feedback: ¿Qué piensan los clientes sobre el producto? ¿Qué mejoras sugieren?
- Reducir riesgos: Al invertir menos recursos en el desarrollo inicial, se minimizan las pérdidas en caso de que el producto no tenga éxito.
- Acelerar el tiempo de lanzamiento al mercado: Se evita un desarrollo extenso y costoso antes de conocer la opinión de los clientes.
¿Por qué es importante?
- Ahorra tiempo y dinero: Al enfocarse en lo esencial, se evitan gastos innecesarios en características que podrían no ser valoradas por los clientes.
- Reduce el riesgo de fracaso: Permite identificar y corregir problemas antes de invertir grandes sumas de dinero en un producto que puede no ser exitoso.
- Aumenta la agilidad: Permite adaptarse rápidamente a los cambios en el mercado y a las necesidades de los clientes.
Un ejemplo sencillo:
Imagina que quieres lanzar una nueva aplicación de entrega de comida. En lugar de desarrollar una app completa con todas las funciones posibles desde el principio, podrías crear un MVP que permita a los usuarios pedir comida de un solo restaurante y realizar pagos en efectivo. Con este MVP, podrías validar la demanda de este tipo de servicio y recopilar feedback para mejorar futuras versiones.
¿Es aplicable también al implementar software?
Aplicar el concepto de Producto Mínimo Viable (MVP) a la implementación de software en tu empresa puede ser una estrategia muy eficaz para reducir riesgos y maximizar el valor.
¿Cómo puedes aplicar el MVP en tu empresa?
Identifica las características esenciales:
- Prioriza: ¿Cuáles son las funciones más importantes que tu software debe tener para resolver el problema principal de tus usuarios?
- Minimiza: Elimina cualquier característica adicional que no sea estrictamente necesaria para la versión inicial.
Implementa un prototipo funcional:
- Una versión simplificada del software que incluya solo las características esenciales.
Lánzalo a un grupo reducido de usuarios:
- Feedback temprano: Permite que un grupo selecto de usuarios pruebe tu MVP y te proporcionen sus comentarios.
- Iterar: Utiliza esta retroalimentación para identificar áreas de mejora y realizar ajustes.
Beneficios de aplicar el MVP en tu empresa:
- Reducción de costos: Al empezar a implementar solo las funciones esenciales, se reducen los costos de desarrollo y lanzamiento.
- Ahorro de tiempo: Se acelera el tiempo de salida.
- Minimización de riesgos: Se reduce el riesgo de fracaso ya que son cambios básicos durante la implementación.
- Mayor enfoque: Se evita la dispersión de recursos en funcionalidades que pueden no ser urgentes.
Ejemplo práctico:
Imagina que quieres implementar un software de gestión de proyectos en tu empresa. En lugar de desarrollar una plataforma completa con todas las funcionalidades posibles, podrías crear un MVP que permita a los usuarios crear proyectos, asignar tareas y establecer plazos. Con esta versión básica, podrías validar si los usuarios encuentran útil la herramienta y qué funcionalidades adicionales necesitan.
¿Y si se trata de un ERP, sería igual de rápido?
Antes que nada: es importante recordar que la rapidez no debe ir en detrimento de la calidad y la eficacia.
Implementar un ERP es un proceso complejo que requiere una planificación cuidadosa y una ejecución metódica.
Aunque no existe una fórmula mágica para una implementación ultrarrápida, sí hay algunas estrategias que pueden acelerar el proceso sin comprometer los resultados:
Estrategias para una implementación rápida de un ERP:
Selección del ERP adecuado:
- Evaluación rápida: Utiliza herramientas de evaluación y compara las funcionalidades de diferentes ERPs con tus necesidades específicas.
- Configuración estándar: Opta por un ERP con una configuración estándar que se adapte a tu tipo de negocio y deja las personalizaciones para un segunda etapa.
Equipo de proyecto dedicado:
- Experiencia: Asegúrate de contar con un equipo de proyecto con experiencia en implementaciones de ERP.
- Recursos suficientes: Asigna los recursos necesarios para que el equipo pueda trabajar de manera eficiente.
Datos limpios y organizados:
- Preparación previa: Dedica tiempo a limpiar y organizar los datos antes de la migración.
Capacitación concisa:
- Entrenamiento focalizado: Imparte capacitaciones cortas y concisas, enfocadas en las tareas más importantes.
- Material de apoyo: Proporciona material de apoyo claro y conciso para que los usuarios puedan consultar dudas.
Gestión de cambios efectiva:
- Comunicación abierta: Mantén a todos los empleados informados sobre el progreso del proyecto y los cambios que se producirán.
- Resistencia al cambio: Identifica y aborda las resistencias al cambio de manera proactiva.
Enfoque en lo esencial:
- Priorización: Concéntrate en implementar las funcionalidades más críticas para tu negocio.
- Dejar para después: Posponer las funcionalidades menos importantes para fases posteriores.
Consideraciones importantes:
- Calidad sobre cantidad: Aunque la rapidez es importante, no sacrifiques la calidad de la implementación por la velocidad. El tiempo de implementación debe ir en función de la complejidad y tamaño de tu empresa.
- Inconformidades: Es probable que surjan inconformidades durante el proceso. Anticípate a ellas y establece canales de comunicación abiertos para resolverlas rápidamente.
- Mantenimiento: Una vez que el ERP esté en funcionamiento, es fundamental establecer un plan de mantenimiento para garantizar su correcto funcionamiento a largo plazo.
Como ves, el concepto del Producto Mínimo Viable es totalmente aplicable al momento de implementar un nuevo ERP en tu empresa.
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